Somos la civilización de la palabra escrita; no importa si se plasma en alguno de los alfabetos, en jeroglíficos, en ideogramas. Sobre papel, pergamino, piedra o arcilla, la palabra escrita conserva el pensamiento para transmitirlo a la propia generación y a las venideras.

Somos también la cultura de la imagen, de la ilustración, que representa lo real y lo fantástico; palabra e imagen se conjugan para crear el arte del texto.

Cuando no se hablaba aún de Diseño Gráfico, los amanuenses y miniaturistas medievales creaban mundos y estéticas en las páginas de sus inapreciables libros, embellecidas con letras capitulares, plecas, ilustraciones, colores.